¿Qué te conecta, Dios, un motor de autos, y un Durian?
Yo camino; bastante. Siempre lo he hecho, siempre lo haré. Algunos días los músculos de mis muslos se retuercen del dolor pero hago un par de sentadillas y continúo caminando – sospecho que sea un nervio presionado ya que otros días puedo caminar todo el día sin sentir nada. Cuando digo que camino bastante, quiero decir que mínimo 5 km al día – sin trotar, mis rodillas no lo pueden soportar – no es divertido caminar cuando la temperatura abarca de 85 a 100 grados Fahrenheit (30 grados centígrados o más), pero si está pensando en incrementar su aguante a largo plazo y de bajo impacto, no hay nada mejor para hacer que simplemente caminar. Si Dios hubiese querido que manejara un carro a donde sea que vaya, hubiese nacido con un volante, un motor y cuatro ruedas. En cambio, somos bípedos, y como bípedos podemos obtener muchas de nuestras necesidades físicas diarias con simplemente usar nuestras dos piernas y movernos.
La vida en el carril de la acera
Es asombroso lo que se ve, escucha y experimenta cuando se sale del carro y de hecho se dirige a la calle con sus pies. Definitivamente es más lento, pero la vida no se supone que se viva en el canal rápido las 24/7. En su carro, usted nunca olfatearía el olor revoloteante de un Durian, ni la esencia aromática de las flores; se perdería de la sonrisa conmovedora del desconocido a quien le sostuvo la puerta, y se perdería de los miles de colores que le añaden belleza a la vida. Obviamente no extrañará los baches, pero de nuevo, la vida ya tiene muchos de ellos y usted se las ha ingeniado para evitarlos o superarlos, entonces ¿qué tanto es uno en la acera?
Caminar es la base de muchas de nuestra actividades diarias, caminar al refrigerador para buscar una botella de esa cosa gaseosa y azucarada, luego caminamos de nuevo al sofá donde levantamos la bolsa de maíz inflado con un producto lácteo falso vertido encima de él y una pizca extra de cloruro de sodio para agregar sabor (y a propósito, para hacernos devorar aún más esa bebida gaseosa azucarada). Pero en serio, caminar de aquí para allá es una gran forma de hacer ejercicio. Si no está en busca de convertirse en el próximo Sr. o Sra. Músculo sino que quiere mantenerse en forma, entonces empiece a hacer más de ello.
Sin la práctica usted no podrá disfrutar de un día apreciando las vistas de Paris a pie; ir desde la Torre Eiffel al Arc de Triomphe luego a través de los Champs Elysees y junto a los bancos de la Seine al Louvre y la Catedral de Notre Dam – aun el día empleado visitando y caminando todo el Museo de Louvre – será difícil si no puede hacer más que el lento camino desde el refrigerador al sofá.
Caliente, húmedo, lleno de gente, sucio, polvoriento y desordenado, pero ahí es donde se encuentra la vida real – los callejones
Hubo muchos días mientras viajaba por Suramérica en los que mis andanzas cubrían más de 20 kilómetros, algunas veces con un morral, muchas veces al menos con un pequeño bolso diario con un mínimo de 2 litros de agua, un buen libro, y un montón de otros accesorios – todo pesaba cerca de 7kg. Puede que suene como mucho trabajo, pero en realidad no lo es. No le estoy diciendo que vaya a un gimnasio o a un centro fitness (aunque usar la caminadora y la bicicleta es mejor que no hacer nada en lo absoluto), lo que le estoy diciendo es que la calidad de vida depende de que haga una decisión consiente para mantenerse activo y deshacerse de algunas comodidades a las que tal vez se haya acostumbrado, y de salir y disfrutar o explorar las aceras calientes, húmedas, abarrotadas, sucias y polvorientas de la ciudad – se sorprenderá de las experiencias increíbles que encontrará, la gente que involuntariamente conocerá, y las comidas saludables y deliciosas que descubrirá en esos pequeños restaurantes escondidos en esos pequeños callejones detrás de los monolitos de antros de comida rápida poco saludable y que le hacen engordar.
Traducción de: Mario Muchacho
¿Qué es un durian? : https://es.wikipedia.org/wiki/Durio_zibethinus